miércoles, 28 de agosto de 2013

Rastros de Lince ibérico (Lynx pardinus) y aves interesantes en un día otoñal en el S de España- Iberian lynx traces and some interesting birds in autumn day in southern Spain


Ayer mismo nos planteamos esta salida Jorge Bellido y yo para aprovechar este primer dia otoñal. Daba gusto salir de casa a unos agradables 17 grados y que se mantuviera en 21-22 casi toda la mañana.

El lugar elegido fue, una vez más, la zona de los Pinares de Aznalcázar: preciosa zona de transición entre el bullicio de una gran ciudad como Sevilla y pueblos de alrededor, y los arrozales y marismas próximas al Parque Nacional de Doñana (FOTO 1).

Al amanecer ya estábamos en la vía paisajística que atraviesa el pinar y conecta los pueblos de Puebla del Río y Aznalcázar. La brisa era fresca y los rayos de sol aún no lograban encontrar el camino entre las abundantes nubes.

El bosque parecía dormido, sólo los ruidosos Rabilargos Cyanopica cyanus y algún reclamo lastimoso de Ratonero común Buteo buteo llamaba nuestra atención. Pero no eran las aves nuestro objetivo en las primeras horas del día: recorríamos esta carretera a baja velocidad para probar suerte con el felino más amenazado del planeta, el Lince ibérico Lynx pardinus. En la actualidad el complejo Pinares de Aznalcázar - Reserva Natural Dehesa de abajo constituye uno de los núcleos de expansión  más importantes para esta especie en toda su área de distribución. Es difícil de creer que esto pase a escasos 30 km. de la capital, pero no deja de ser una excelente noticia.

En la primera parada, en una de las áreas recreativas de la zona, vimos un desplumadero a los pies de un gran Pino piñonero Pinus pinea. La primera impresión es que depredador y presa son rapaces. Las plumas parecen muy nuevas y recién crecidas y apuntan a pollo del año de Ratonero común Buteo buteo o de Milano negro Milvus migrans (2-2 en las apuestas, jeje). En cuanto al predador, todo apunta a Búho real Bubo bubo. Se aceptan sugerencias (FOTO 2 y 3).

La mañana avanza sin rastro del gran felino. Se van sumando algunas especies de passeriformes, destacando quizá dos ejemplares de Collalba rubia Oenanthe hispanica (posiblemente hembra y juvenil). También se observa, en el cruce del camino con un cortafuegos, un excremento reciente atribuible a Tejón Meles meles (FOTO 4).

Alternamos caminos principales y secundarios. En uno de ellos, lindando con una zona de matorral nos encontramos con este excremento que apunta a Lince ibérico Lynx pardinus. No se puede asegurar al 100% por no ser demasiado reciente, pero los expertos contactados se decantan por el rey del bosque mediterráneo. Gran hallazgo!! (FOTOS 5 y 6)

Sobre las 10:30 pusimos rumbo a la Dehesa de Abajo. Por el camino vemos varias avionetas fumigando las tablas de arroz, y comentamos las consecuencias que tendrá para aves y otros animales esta lluvia tóxica. Al llegar comprobamos que el nivel de agua de la laguna era mayor del esperado para esta época. Durante el camino al primer observatorio, nos sobrevuela un Milano negro Milvus migrans y, algo más alejada un Águila calzada Aquila pennata.

Nada más sentarnos en silencio en el observatorio nos llama la atención la increíble concentración de Cigüeñas blancas Ciconia ciconia que se alimenta en la zona central: estimamos en algo más de 1000 los individuos. También forman parte del "gran grupo blanco" unas 300 Gaviotas reidoras Larus ridibundus, más de 100 Espátulas Platalea leucorodia, (una de ellas anillada con pvc NW4), decenas de Garzas reales Ardea cinerea y unas 15 Garcetas grandes Ardea alba, entre otras especies. En las zonas más profundas vemos Ánade friso Anas strepera, Cuchara europeo Anas clypeata bastantes adultos y juveniles de Somormujo lavanco Podiceps cristatus, 2 Fochas cornudas Fulica cristata (sin marcas) y un solitario y huidizo Porrón pardo Aythya nyroca. En una de las orillas cercanas sorprendemos a una solitaria Cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris descansando (FOTO 8)

Tras un rato de disfrute continuamos el sendero de la reserva, pasando por el segundo observatorio y posteriormente por la zona del cercado de las vacas. Aqui se ha formado una playita que está repleta de vida. Revoloteando y posados en las vallas de madera son mayoría las Pagazas piconegras Sterna nilotica acompañadas de algunos juveniles de Fumarel común Chlidonias niger. En una pequeña isleta un poco más alejada llaman nuestra atención hasta 5 ejemplares de Pagaza piquirroja Hydroprogne caspia.

En cuanto a limícolas anotamos: Chorlitejo grande Charadrius hiaticula y Chico Charadrius dubius, Andarrios grande Tringa ochropus y Chico Actitis hypoleucos, Archibebe común Tringa totanus, Correlimos común Calidris alpina, Menudo Calidris minuta y Zarapitín Calidris ferruginea, Combatiente Philomachus pugnax, Aguja colinegra Limosa limosa y las omnipresentes Cigüeñuelas Himantopus himantopus.

Sobre las 12:30 decidimos poner fin a esta interesante salida campera. Espero que os haya transmitido al menos un poco de lo que disfrutamos esta mañana de pinar y marisma..

[Agradecimientos: a Carlos Gutiérrez, José Antonio Sarrión, Óscar Llama y Rafa Romero, por sus aportes para identificar plumas y excrementos y a Alfonso Barragán por indicarnos algunas especies en la R.N.C. Dehesa de Abajo.]

sábado, 17 de agosto de 2013

Un "árbol-oasis" en la Sierra de Aracena (Huelva) - An 'oasis-tree' in the Sierra de Aracena (Huelva, southern Spain)



La vida se hace dificil en verano en el S de España: el alimento escasea, el agua es dificil de encontrar y las temperaturas superan la barrera de los 40 grados centígrados.

Ante tal panorama, las pequeñas aves que habitan la Sierra de Aracena (Huelva) aprovechan al máximo cualquier recurso que se les presente, ya sea de origen natural o, como es el caso, un tanto exótico.

Durante uno de mis paseos por uno de mis rincones favoritos de esta sierra, el pueblo de Fuenteheridos, me encontré con el protagonista de este capítulo de mi blog: un imponente  ejemplar de Moral Morus nigra. Este árbol, con un origen tan lejano como el sudeste asiático, es frecuente en colecciones y jardines de algunos pueblos de las sierras andaluzas, pero mucho menos que las archiconocidas Moreras Morus alba.

Sí, es cierto que es una especie exótica y que no debería estar ahí, pero es justo el ejemplo de que no siempre metemos la pata en esto de introducir especies donde no les corresponde. El árbol en estas fechas está rebosante de frutos maduros, pero casi hay mas aves que moras. Desde bien temprano, decenas de Mirlos Turdus merula juveniles se atiborran de estos "regalos dulces". Son muy afortunados de haber encontrado esta fuente de alimento. Muchos de ellos no habrían superado estos primeros días de independencia sin este particular "maná".

El paseo para observar aves se convierte en un aguardo. El sol aprieta fuerte (se superan los 30 grados a las 9 de la mañana) y en vez de andar buscando especies, son ellas las que se acercan, así que busco una sombra y me siento a observar. A los pocos minutos, el árbol comienza a cobrar vida. El primero en aparecer es un pollo volantón de Petirrojo Erithacus rubecula que se conforma con la papilla de frutos maduros que mancha de rojo sangre el suelo. Está tan cerca que puedo ver su pardo plumaje y sus pequeñas patas manchadas del pegajoso jugo de las moras. En las partes altas los dueños son los Trepadores azules Sitta europaea . Por el tronco, sube y baja sin cesar un simpático Agateador común Certhia brachydactyla. La aparente calma la rompen 3 ejemplares de Arrendajo Garrulus glandarius. Parece un adulto presentando a sus dos jovenzuelos la despensa veraniega que tienen en su territorio.

Me distraigo viendo a un atrevido Escribano montesino Emberiza cia que se acerca hasta apenas 3 metros de mi, y en ese momento se posa en el suelo, algo más alejado, otro pajarillo. Al enfocar con los prismáticos me doy cuenta que se trata de una de las joyas de la zona: el Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus.



Esta especie nidifica sólo en los rincones más húmedos de las sierras andaluzas. Su hábitat predilecto en la Sierra de Aracena son los frescos castañares, pero se ve que les compensa desplazarse unos cientos de metros para alimentarse de estos jugosos frutos, cuando los insectos escasean. Veo al menos a dos adultos al mismo tiempo y a un pollo del año acompañando a uno de ellos...hacía mucho que no veía a un juvenil de esta especie!!!

Sobre las 11:30 decido retirarme y dejar que se alimenten tranquilos a toda esta horda de pajarillos. De camino al coche pienso qué sería de todas estas aves sin un recurso alimenticio tan importante como este Morus nigra. A buen seguro que la persona que plantó este árbol hace 40 o 50 años ni se imaginaba el bien que hacía por el ecosistema de la zona...

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